¿Qué es un calambre muscular?
Los calambres son una contracción involuntaria y dolorosa de un músculo o conjunto de músculos, que se resuelve de forma espontánea y suele duran unos segundos o pocos minutos.
¿Cuáles son los músculos que por lo regular suelen sufrir más calambrés?
Los grupos musculares más comúnmente involucrados son los que están en la parte posterior de la pierna/pantorrilla, en la parte posterior del muslo (corva) y en la parte frontal del muslo (cuádriceps).
¿Cuáles son las principales causas de los calambres?
Los calambres de origen muscular pueden ser causados por la deshidratación, pautas nutricionales inadecuadas, desequilibrio hidroelectrolítico, isquemia, entrenamiento inadecuado o ejercicio en exceso, tratamiento farmacológico (antibióticos, antiinflamatorios, etc.). En condiciones extremas de temperatura también pueden producirse calambres musculares.
El tipo de calambre más habitual es el calambre por calor, producido por un desequilibrio electrolítico. El potasio y el sodio son los responsables de la generación de la actividad física eléctrica involucrada en las contracciones musculares y de la restauración del estado de reposo.
¿Qué minerales y vitaminas están relacionados con el calambre muscular?
De los principales minerales involucrados en el desarrollo de un calambre son el sodio, el magnesio, el calcio y el potasio. Pero estos no son los únicos nutrientes relacionados con este problema muscular; las vitaminas B1 y B3, o incluso la vitamina D y la E, han demostrado su influencia. Estos son los minerales que evitarán los calambres musculares.
Calcio:
El calcio interviene en la transmisión del impulso nervioso que posteriormente produce la contracción muscular, por ello, un déficit de éste mineral puede causar la ausencia de relajación del músculo y producir un calambre.
Potasio:
El potasio es indispensable para mantener el equilibrio hídrico y un nivel estable de la presión sanguínea, así como para asegurar la transmisión de los impulsos nerviosos y la contracción muscular (sobre todo cardíaca).
Magnesio:
Apoya la función muscular (contracción y relajamiento de los músculos).
Sodio: Sodio:
El sodio se elimina del organismo por medio de la sudoración y la deshidratación, y esto le da lugar a los calambres. Las personas que realizan ejercicio físico son las que más sudan, y por eso necesitan mantener equilibrado sus niveles de sodio.
Complejo de Vitamina B:
Participan en el metabolismo de los nutrientes ofreciendo energía a nuestro cuerpo para cada movimiento, protegen el sistema nervioso, aumentan los niveles de energía y producen eritrocitos.
Vitamina D:
Contribuye a la homeostasis del calcio, por lo que no puede estar ausente al igual que la vitamina C por su fuerte acción antioxidante.
Conclusión:
La prevención es la mejor herramienta para combatir los calambres, por ello es muy importante mantener una correcta nutrición y una buena hidratación ya que juega un papel fundamental para evitar tenerlos.