El ejercicio desempeña un papel importante para el buen manejo de la diabetes, es considerado un subconjunto de la actividad física: el movimiento planeado, estructurado, repetitivo y corporal realizado para mejorar o mantener a uno o más componentes de la salud.
¿Cómo debe ser el ejercicio en personas con diabetes?
Si la persona diabética es joven entre 18 y 36 años y tiene un buen control de su diabetes, con toda seguridad puede practicar cualquier deporte.
Si es de mediana edad 40-60 años o adulto mayor más de 60 años el ejercicio físico debe ser aeróbico, este incrementa la sensibilidad a la insulina, el consumo de glucosa muscular y hepática, influyendo favorablemente sobre el control metabólico.
¿A quién debo acudir para que me diga qué tipo e intensidad de ejercicio hacer?
Siempre debemos tener presente, que la indicación del tipo de ejercicio, la intensidad y la duración deben ser personalizados y recomendados por un profesional de la salud. Puede ser su médico o un entrenador personalizado con conocimientos sobre la enfermedad que se padece para así poder evitar posibles riesgos.
¿Qué beneficio tengo al realizar actividad física?
- Mejoría de la sensibilidad a la insulina, lo que disminuye la insulinemia basal y posprandial.
- Aumento de la utilización de glucosa por el músculo, esto contribuye a evitar la hiperglucemia.
- Reducción de las necesidades diarias de insulina o de las dosis de hipoglicemiantes o normoglicemiantes orales.
- Mejoría en los estados de hipercoagulabilidad y las alteraciones de la fibrinolisis.
- Mejoría de la respuesta anormal de las catecolaminas al estrés.
- Aumento del gasto energético y de la pérdida de grasa, que contribuye a controlar el peso corporal y evita la obesidad.
- Mejoría en general de la presión arterial y función cardiaca.
- Contribución a mejorar los niveles de las lipoproteínas de alta densidad (HDLcolesterol); y a disminuir los niveles de colesterol total y de los triglicéridos.
- Preservación del contenido corporal de la masa magra, aumento de la muscular y de la capacidad para el trabajo.
- Aumento de la elasticidad corporal.
- Contribución a mejorar la imagen corporal.
- Mejoría de la sensación de bienestar y la calidad de vida.
- Evita la ansiedad, la depresión y el estrés.
- Reducción a largo plazo del riesgo de complicaciones de la DM.
Si realizas ejercicio de manera continua, ayudas a tu cuerpo a mejorar además de proporcionar un bienestar en general.
Redactado por:
Lic.Nut.Leticia Correa Alcocer