En el deporte, las exigencias por obtener un alto rendimiento deportivo, tanto en el ámbito de la competición como en el recreativo, hacen que cada vez aparezcan más patologías degenerativas que pueden derivar en lesiones condrales o acelerar el desarrollo de osteoartritis. Para prevenir o aliviar este tipo de lesiones existen algunas sustancias o complementos, entre los que destacan:
- El sulfato de condroitina
- El sulfato de glucosamina
- El ácido hialurónico (AH)
Estos suplementos son muy utilizados por los deportistas para mejorar, de forma indirecta, su rendimiento.
¿Qué dicen las evidencias?
En numerosos ensayos clínicos, estos tres principios activos han demostrado eficacia tanto en el tratamiento sintomático a largo plazo, como en el tratamiento de las causas de la enfermedad articular
Existen evidencias de que estos compuestos son eficaces en el tratamiento sintomático de dichas afecciones, y también altamente seguros. Este último punto es clave en la terapia crónica de los problemas articulares, ya que se reducen los efectos adversos y las posibles interacciones con fármacos.
Sulfato de condroitina
Forma parte del grupo de los glucosaminoglicanos (proteoglicanos), importantes constituyentes estructurales de la matriz extracelular del cartílago, al que contribuyen a aportar sus cualidades mecánicas y elásticas gracias a la propiedad de retención de agua, que permite que el cartílago articular se estire cuando se somete a una fuerza mecánica.
En las enfermedades articulares degenerativas, la fase clave del deterioro es la pérdida de proteoglicano del cartílago y la subsecuente exposición de la red de colágeno a un mal funcionamiento mecánico.
¿Cómo actúa la condroitina?
La eficacia del sulfato de condroitina en la persona que realiza actividad física se debe a diversos mecanismos de acción:
- Actividad antiinflamatoria sobre los componentes celulares de la inflamación
- Estimulación de la síntesis de proteoglicanos y de ácido hialurónico endógeno
- Reducción de la actividad catabólica de los condrocitos
- Efecto protector de los componentes celulares del cartílago, estimulando a los condrocitos en la reparación del cartílago dañado.
- Reduce la hinchazón y el derrame articular.
¿Cuánto tiempo debe consumirse para obtener los efectos?
Según diversas investigaciones, el sulfato de condroitina es un compuesto eficaz que disminuye los síntomas del dolor condral, mejora la impotencia funcional y la movilidad articular después de 2-3 semanas de comenzar el tratamiento y sus efectos se mantienen hasta 2-3 meses después de suspenderlo.
Dosis necesaria
La dosis recomendada es de 800 mg/día, en una sola toma, durante un periodo inicial de 3 meses, preferiblemente tras las comidas.
Sus efectos se incrementan cuando se combina con glucosamina.
El inicio de acción del sulfato de condroitina es algo lento, de 2-3 semanas, pero alcanza la misma eficacia que los antiinflamatorios; además presenta un efecto remanente que se mantiene hasta 2-3 meses después de suspender el tratamiento.
¿Por cuánto tiempo se puede consumir la condroitina?
La seguridad de este componente reviste especial interés en los tratamientos crónicos (continuados o en ciclos), como el de la artrosis.
La estructura del sulfato de condroitina exógeno es idéntica a la del endógeno, sustancia natural del tejido conectivo humano; por lo que su administración no presenta toxicidad en sí misma.
A diferencia de los fármacos analgésicos, el sulfato de condroitina no tiene efectos adversos gastrointestinales, hepáticos, renales ni cardiovasculares, por lo que puede administrarse de forma crónica, actuando como tratamiento de base, aunque según un reciente metaanálisis puede aliviar el dolor, pero no posee efectos clínicos en el tratamiento de la osteoartritis.
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