Los tratamientos más habituales en el campo de la medicina deportiva para las enfermedades o lesiones del cartílago articular y las osteoartritis degenerativas, tienen como principios activos más comunes el condroitín sulfato, la glucosamina y el ácido hialurónico, solos o en diferentes combinaciones. Sin embargo, aunque éstos son los más comunes existen otros principios activos como el ácido Hialurónico, la bromelina, entre otros.
Aunque actualmente ya existen productos con combinaciones de estos principios; se cree que en los próximos años se podrá iniciar el estudio de la combinación de estas moléculas y su especialización a nivel de la articulación.
¿Funcionan?
En numerosos estudios estos principios activos han demostrado eficacia; tanto para el tratamiento sintomático a largo plazo, como en el tratamiento de las causas que generan la enfermedad osteoartrítica.
Existen evidencias de que estos principios son eficaces en el tratamiento sintomático de dichas patologías y también altamente seguros.
Este último punto es clave en el tratamiento crónico de enfermedades o lesiones del cartílago articular, ya que se reducen los efectos adversos y las posibles interacciones con otros fármacos.
Bromelina
¿Qué es?
La bromelina es una endoproteinasa, cisteinproteasa. Las proteasas son enzimas que presentan efectos antiinflamatorios y antiedematosos (reducción de la hinchazón causada por la acumulación de líquido en los tejidos del cuerpo) gracias a su capacidad para iniciar la degradación de proteínas.
La fuente de obtención de ésta enzima es el extracto de piña. Su acción antiedematosa se debe a que la bromelina digiere la fibrina, permitiendo así la eliminación del edema. Por otro lado, aumenta el tiempo requerido para la conversión de protrombina en trombina y activación del plasminógeno para transformarlo en plasmina. De esta manera previene la formación de fibrina y, por lo tanto, del edema.
Beneficios de la bromelina
Su acción antiinflamatoria es consecuencia de la inhibición selectiva que ejerce la bromelina sobre la generación de tromboxano (molécula que produce inflamación); promoviendo la acción a favor de la prostaciclina (antiinflamatoria). De igual manera, es capaz de disminuir los niveles de la molécula Ciclooxigenasa-2 (COX-2), reduciendo la inflamación debido a la inhibición de la generación de inflamación a partir de COX2.
En el campo de la medicina deportiva sus indicaciones están encaminadas fundamentalmente a prevenir o a conseguir la disminución del dolor, el edema y la subsecuente pérdida de fuerza tras la realización de trabajo físico.
Esta suplementación es especialmente eficaz cuando el componente de retención hídrica es importante como en:
- Series de carga aguda con creatina
- Segunda fase del ciclo menstrual de las deportistas
- Terapia hormonal con anovulatorios
El tratamiento con bromelina puede ser útil en individuos que practican una actividad deportiva que requiere altos niveles de fuerza, con posibilidad de condicionar daño muscular y dolor muscular de aparición tardía (DOMS), que también pueden producirse durante los entrenamientos de resistencia.
¿Cómo debe de consumirse la bromelina?
El protocolo de utilización es de 100 mg previos al esfuerzo y 50 mg tras finalizar el mismo, al inicio de la temporada deportiva y/o siempre que se vaya a realizar una modificación importante en el sistema de entrenamiento rutinario, con aumento en el volumen o en la intensidad, como sucede en los cambios de mesociclos deportivos.
Su eficacia será mayor cuanto menos adaptado esté el individuo a las cargas de trabajo (deportistas noveles, inicios de temporada deportiva o individuos sedentarios o con bajo nivel de forma física al comienzo de su programa de entrenamiento).
No está demostrada su eficacia cuando se administra con las comidas; por lo que es conveniente tomarla al menos 1 hora antes o después de éstas; ya que de otra manera tiende a actuar como enzima digestiva y esto puede disminuir sus resultados terapéuticos.