Es componente de tres aminoácidos (llamados aminoácidos azufrados), cistina, cisteína y metionina, y de otras moléculas orgánicas como por ejemplo la heparina, un anticoagulante natural presente en el hígado y otros tejidos.
Como sulfato de condroitina y sulfato de glucosamina, sustancias producidas de forma natural en el organismo, el azufre forma parte; esencial del colágeno. Se trata de la proteína que constituye la piel, los huesos y el tejido conjuntivo o conectivo, que incluye tendones, cartílagos y ligamentos; elementos todos ellos que participan en las articulaciones y permiten su movimiento.
Es evidente, entonces, que la deficiencia crónica de azufre afectará a los tejidos del organismo en los que se concentra este oligoelemento. La piel se vuelve más débil, menos tersa y menos brillante. Asimismo, como el azufre es componente del colágeno que forma huesos y cartílagos, pueden notarse fuertes molestias al movimiento de las articulaciones.
Dieta rica en azufre, pero con moderación
El azufre se encuentra de forma muy abundante en los alimentos ricos en proteína como carnes, aves, pescados, huevos y lácteos. También abunda en las hortalizas y verduras aromáticas como son la cebolla, los ajos, los puerros, los espárragos y todo tipo de coles.
No obstante, como en todo, la clave está en el equilibrio dietético, ya que una dieta en la que el consumo de alimentos proteicos sea desproporcionado; puede provocar deficiencia de calcio, con la consiguiente descalcificación de los huesos, efecto en el que también interviene el azufre aunque parezca contradictorio. No olvidemos los problemas de descalcificación asociados a un consumo exagerado de alimentos proteicos.
Complementos con eficacia
La condroitina y la glucosamina enlazan las moléculas de agua para así ayudar a mantener lubricadas las articulaciones. Además, desempeñan un papel esencial en la regeneración y reparación del cartílago dañado. En relación a esta particular función, son múltiples los ensayos clínicos controlados que se llevan a cabo desde la década de 1980 para valorar; el uso de sulfato; de condroitina y/o sulfato de glucosamina como complemento dietético en el tratamiento; de los síntomas asociados a la osteoartritis y la artritis reumatoide.
Dichos estudios se centran principalmente en la rodilla, aunque también en otras zonas como las caderas, los dedos de la mano y la columna vertebral. La mayoría coinciden en señalar los beneficios en cuanto a la mejora del dolor y de la movilidad, así como; en la reducción del uso de fármacos antiinflamatorios y, en consecuencia, en la disminución de los efectos secundarios que estos provocan.
Actualmente, el sulfato de condroitina que se emplea como; complemento se fabrica a partir de fuentes naturales como el cartílago de tiburón o el cartílago; de bovino; aunque también se obtiene por métodos sintéticos. Por su parte, la glucosamina como suplemento se extrae de las conchas de cangrejos, langostas y camarones.
La osteoartritis
La osteoartritis, al igual que la artritis reumatoide, es una enfermedad degenerativa; causada por el desgaste del cartílago que une las articulaciones, por lo que ocasiona diversos y molestos síntomas como dolor, rigidez e inflamación. Aunque esta enfermedad puede; afectar a cualquier articulación, lo más común es que se produzca en las articulaciones; de las manos y en la base del dedo gordo del pie (el juanete). También puede presentarse en las caderas, las rodillas y la columna vertebral.
El objetivo principal del tratamiento de las dolencias; articulares es paliar los molestos síntomas y, para ello, es común el uso (o el abuso); de una amplia variedad de medicamentos. Sin embargo, a pesar de su eficacia, todos; ellos comparten un denominador; común, los efectos secundarios y el daño que provocan a diversos órganos como el estómago y el hígado.
A esto se suma que muchos de ellos causan reacciones alérgicas y disminuyen la resistencia a las infecciones.
Por el contrario, se ha visto que el uso de los complementos dietéticos a base de glucosamina y condroitina ayuda a reducir la toma de estos medicamentos.
Artículo publicado en www.consumer.es/alimentacion/